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No importa que toques, trombón, o clarinete u oboe, para entender que sea cual sea tu estilo, la época la interpretación o nivel que tengas, se necesita un conocimiento básico de teoría musical. Cualquier práctica de la música escrita sin entender su teoría es como querer estudiar literatura sin saber leer y escribir. Si bien se pueden desarrollar ciertas habilidades musicales sin la teoría, pero es más fácil y completo el proceso, entendiendo al menos sus fundamentos con un conocimiento básico. Dejar de lado la teoría musical es ignorar los conocimientos que se han adquirido durante cientos de años que sin lugar a duda enriquecen, perfeccionan y permiten entender la música para así poder tocarla con mayor destreza.

Sin la teoría no entendenderíamos las huellas que han dejado otros músicos. Cada vez que se aportan nuevas ideas, es gracias a la teoría y estas nuevas ideas se pueden reutilizar para enriquecer nuestros conocimientos. Al entender a fondo qué sucede en cada estilo, podemos replicarlo, transformarlo y fusionarlo correctamente. Por ejemplo, en la música se usa el término interpretación para referirse a una ejecución musical sobre un instrumento.

Un músico interpreta la música cuando la ejecuta porque no sólo sabe reproducir los sonidos correctos al momento indicado, sino que además entiende a nivel teórico lo que está sucediendo en cada momento musical. Tocar una canción sin entenderla no puede considerarse interpretación al 100%, porque sólo al entender las razones que justifican los sonidos, es posible realizar una ejecución válida o verdadera interpretación.

La teoría musical es necesaria para entender lo que se toca, se lee y se escucha. Es emocionante entender cómo componen nuestros artistas favoritos y darse cuenta de lo que tienen en común las canciones que más nos gustan o las piezas de nuestros compositores preferidos. De esta forma aprendemos todo aquello que nos ayuda a despertar nuestras emociones y las de otros.

La teoría permite que los recursos musicales aumenten al momento de componer. Existen cientos de métodos conocidos para crear música, aprenderlos sólo puede enriquecer el vocabulario y las herramientas. La composición es un proceso creativo que se nutre de la experiencia propia y de los demás, por esta razón la teoría dispara nuevos procesos creativos y mediante sus fórmulas permite adornar y dar solución a posibles dificultades que se presenten en el proceso de creación o interpretación musical.

Para improvisar es necesario conocer un estilo, entender sobre escalas, ritmos, desarrollar el oído y haber estudiado a fondo el instrumento. En ensayos con grupos musicales, siempre hay momentos que alguien llega con una partitura con indicaciones sobre lo que se va a tocar, en este punto es necesario estar preparado para enfrentar estas situaciones que sólo con un buen conocimiento teórico llevado a la práctica en un instrumento permiten un mejor desenvolvimiento.

El músico debe aprender a actuar con inmediatez. Incluso en medio del estudio, un músico solo en su casa puede practicar, entretenerse, y entretener a otros improvisando. Los mejores resultados sólo se lograrán aplicando nociones teóricas.

Para poder leer partituras se necesita conocer teoría musical básica. Existen piezas muy complejas, que la única forma de aprender a tocarlas es mediante una lectura y estudio de la partitura, entre otras muchas cosas obviamente. Cuando se dice que estudiar música hace más inteligentes a las personas, en realidad lo que ocurre es que hay un número de tareas paralelas que deben realizarse al mismo tiempo, esto se vuelve un reto para el cerebro. Por ejemplo leer una partitura al tiempo que se transforman estos símbolos en acciones corporales teniendo en cuenta altura, intensidad, timbre y duración de cada sonido.

Este trabajo necesita mucha concentración y trabajo de diferentes áreas del cerebro que al final se traducen en nuevas habilidades mentales. Estos procesos permiten desarrollar habilidades de lógica, matemática, concentración, entendimiento espacial y trabajo grupal entre otros. Para lograr esto se necesita empezar por entender y practicar separadamente las diferentes habilidades, sólo mediante la teoría se puede aprender de forma correcta sin que se vuelva una frustración lograr estas tareas.

Al aprender teoría musical entendemos las diferentes variables que afectan a la música. El ritmo por ejemplo, es una de las variables que más se descuidan, sólo mediante el entendimiento teórico es posible enfrentarlo y volverlo preciso. Se debe tener en cuenta que la teoría musical por si sola puede llegar a ser un área fascinante si se sabe enseñar y aprender, sin embargo es la teoría aplicada en la práctica que tiene sus mayores recompensas.

Aprender teoría musical no debe ser aburrido, de hecho puede ser muy divertido si se hace de forma correcta. Para mí no saber o no conocer la parte teórica de la música es ser un músico incompleto. Como decía antes, aprender teoría de la música no debe ser aburrido y hoy día tenemos buenos métodos de aprendizaje. Por eso en este post me gustaría mostrarte dos modalidades de aprendizaje de Teoría Musical mediante dos cursos de mi amigo Angel Candelaria, un músico que como yo, está comprometido con la formación de los músicos. En este caso te muestro sus dos cursos de teoría, uno en formato digital y el otro en video curso.

Personalmente los he podido probar para ver que eficientes son y de verdad que están muy bien enfocados a la Teoria Musical.

Curso de Teoría Musical nivel 1 a 3 por $7,99

(formato libro digital PDF)

 

Curso de Teoría Musical nivel 1 por $49,00

(formato video-curso)

Espero que sean de mucho provecho para ti.

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Javier Colomer